Prevención primaria Odontológica
La prevención primaria tiene como objetivo disminuir la probabilidad de ocurrencia de las enfermedades y afecciones. Desde un punto de vista epidemiológico pretende reducir su incidencia. Las medidas de prevención primaria actúan en el período prepatogénico de la historia natural de la enfermedad dentales, es decir, antes de que la interacción de los agentes o factores de riesgo con el huésped dé lugar a la producción del estímulo provocador de la enfermedad.
La prevención inespecífica comprende las medidas que se toman sobre el individuo, tratamientos odontológicos la colectividad o el medio ambiente con el fin de evitar la enfermedad en general, es decir, específicamente. La mayoría de estas medidas son acciones de promoción de la salud de la población que tienden aumentar la resistencia del huésped y a evitar enfermedades y afecciones.
Odontología preventiva
Desde sus inicios se ha dedicado sus esfuerzos a paliar las consecuencias de enfermedades y problemas de caries y todo tipo de tratamientos odontológicos. Los recursos humanos y económicos aplicados han sido enormes y los resultados en cuanto a cambios epidemiológicos han sido deficientes. No es posible resolver un problema de enfermedades masivas sin un cambio de estrategia radical que permita identificar y, si es posible, controlar los factores de riesgo de esas enfermedades. Es decir, aplicar los conceptos y las prácticas preventivos al conjunto de la población. Del mismo modo que salud y enfermedad constituyen un continuo a menudo difícil de diferenciar, las poblaciones constituyen una entidad entre cuyos extremos -los sanos y los enfermos- existe una continuidad. Con frecuencia el odontólogo, debido a su formación, actúa como si su responsabilidad únicamente estuviera restringida a la enfermedad, cuando en realidad la enfermedad detectable no es más que la punta de un iceberg que emerge en mayor o menor proporción en función de factores que afectan a
todo el conjunto, tanto a la salud como a la enfermedad. Actuar sólo sobre la enfermedad y los individuos enfermos o vulnerables de una población es hacerlo de una forma superficial, sin profundizar en las raíces del problema.
La fluoración y otros tratamientos
En la actualidad, la continuada disminución de algunas enfermedades orales como la caries plantea lo que se denomina «la paradoja de la prevención: una medida que proporciona grandes beneficios a la comunidad ofrece poco a cada uno de los individuos que participan en ella». La instauración de una medida como la fluoración de las aguas de abastecimiento
público en una población con una prevalencia de caries baja podría parecer ineficiente, puesto que una gran parte de esa población no va a desarrollar la enfermedad. Ese mismo punto de vista podría aplicarse a otras medidas de salud pública de carácter masivo como las inmunizaciones, y desde luego y con mayor fuerza a las actuaciones preventivas de aplicación individual como
los selladores de fisuras. Si se pudiera identificar de una manera efectiva y segura y a un coste razonable de entre toda la población a quienes con mayor probabilidad pueden desarrollar la enfermedad, parecería más coste-efectivo concentrar las actuaciones preventivas sobre estos grupos de riesgo.